Superado el estadío agudo de lesión, y una vez finalizada la etapa general (recuperación de la movilidad, fortalecimiento muscular convencional, propiocepción, flexibilidad, caminata y trote en cinta, entre otras cosas), el paciente está próximo al retorno deportivo. Es aquí donde cobra gran importancia el “trabajo de campo”, en el cual el paciente deportista ingresa en una etapa específica. Realiza gestos deportivos, inicia el trote y la carrera en campo (lineal y con cambios de dirección), estimulación propioceptiva dinámica, trabajos de resistencia, fuerza, potencia, velocidad y flexibilidad; ejercicios complejos de coordinación.
Una vez realizada la prescripción médica por parte del especialista correspondiente, el kinesiólogo (muchas veces en conjunto con el preparador físico) es el que se encargará de atender directamente la lesión diagnosticada en función de la recuperación integral del paciente deportista para su posterior reinserción a la actividad.
En este período es de mucho valor la intervención de los profesionales con el objetivo de preparar al paciente deportista, tratando de evitar la aparición de lesiones recidivantes y sobre todo de incentivarlo física y psicológicamente en cuanto a su plena recuperación.
En este período es de mucho valor la intervención de los profesionales con el objetivo de preparar al paciente deportista, tratando de evitar la aparición de lesiones recidivantes y sobre todo de incentivarlo física y psicológicamente en cuanto a su plena recuperación.